...conocimos un lugar dónde los planes carecían de sentido.
El presente se componía de deseos y anhelos, y lo imposible no existía. Todo estaba al alcance de un salto en cama elástica.
Nos creímos invencibles y perfectos. Nos hicimos promesas efímeras por plazos de una vida y aún así pensábamos que todo dependía del valor que creíamos tener en aquel momento.